Como todo pueblo chico
lleno de intensos misterios
amores en cautiverio
tocan al pobre y al rico.
tapada con avanico
la mujer espera al hombre
y aunque no diga su nombre
hay amores que traspasan
generaciones y pasan
sin querer que esto te asombre.
No hay que marcar un pronombre
él o ella suele ser
etapas para el querer
ponerse hasta un sobrenombre.
Recuerdo aquel gentil hombre
casado por muchos años
siempre subiendo peldaños
por un amor imposible
que se fraguó irresistible
en los parques aledaños.
Hay amores de tamaños
de edades, de transparencia
recuerdo en mi adolescencia
ilusión y desengaños.
Pero hay amores extraños
que rebasan el promedio
solterones con su tedio
sentados en los sillones
mirando sus frustraciones
que ya no tienen remedio.
Pero ese amor entre tres
ese triángulo amoroso
que se vive sin reposo
y con un vivo interés.
Es el amor que después
te deja siempre llorando
día y noche sollozando
el tiempo que se ha perdido
por aquel amor vivido
y que hoy lo están enterrando.