MI ABUELA JOSEFINA AMADOR ROCA


de prestancia y alegría
fue el ejemplo que seguía
a la hora de crecer.
Le encantaba componer
dicharachos y canciones
poemas sin dilaciones
que en la mesa recitaba
y yo de niña admiraba
su don de improvisaciones.
Mi abuela, que gran abuela
alegre hasta en la escasez
con ella no había después
al llegar yo de mi escuela.
De ella heredé la secuela
de poesía y de rima
la décima que en su cima
va como mi propia vida
por eso abuela querida
mi tributo a tu alta estima.